Se conocían desde hacía meses, aunque eran completos desconocidos, todo cambió por una sonrisa, una sonrisa cómplice, divertida, inocente, tímida, una sonrisa que los unió para más tarde separarlos, gracias a aquella sonrisa se fueron conociendo, compartiendo momentos, pero solo por diversión, ellos querían jugar, ser libres, pero poco a poco empezaron a nacer sentimientos de posesión, de celos, de amor, ellos que temían al amor, ellos que tan solo querían jugar, se enamoraron, rápidamente, locamente, profundamente, ¿error? quién sabe, dusfrutaron de cada segundo juntos como si fuera el último, aunque ese último llegó, y entre beso y beso surgieron frases, promesas, ella no quería dejarle ir, le empapaba la camiseta con sus lágrimas mientras él sonreía, con aquella sonrisa...sus palabras fueron dulces, claras, ''para siempre, siempre serás mi enana'', palabras llenas de amor, de esperanza, que poco a poco se fueron vaciando por la distancia, por el olvido, por la traición.
E.
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